Aunque no existe una edad establecida, lo ideal es que los niños comiencen a practicar el esquí a partir de los 4-5 años, para que puedan mantener bien el equilibrio y desplazarse al menos en distancias cortas. Les ayudará a entrenar el equilibrio, la coordinación, sus habilidades psicomotrices, también fomenta su motivación y sus habilidades deportivas, al mismo tiempo que juegan con la nieve y se lo pasan en grande.
Pero si vamos a esquiar con niños debemos tener en cuenta varios factores, entre ellos es muy importante que lleven la ropa adecuada, con la que se sientan cómodos y estén bien protegidos, tanto del frío como de posibles golpes y arañazos. Los niños también sufrirán un gran desgaste físico, por lo que debemos asegurarnos de que toman algún tipo de suplemento, como barritas energéticas infantiles y que beban mucha agua durante todo el día, para evitar una posible deshidratación. Además, también es igual de importante que utilicen gafas de sol especiales para niños y, por supuesto, una protección solar adecuada que proteja su piel de las bajas temperaturas y las radiaciones solares.