En primer lugar, ¿Cómo se dice: Ski, sky o esquí? Si nos remitimos al origen de la palabra, el término procede del nombre nórdico antiguo “skith”, algo que en castellano vendría a ser “palo” o “trozo de lengua”, y que se refiere al patín alargado que se utiliza para practicar este deporte. Asimismo, el concepto proviene de la raíz indoeuropea-skeid, vinculado a “cortar”.

En la actualidad, podemos decir que el término “ski” es un galicismo que viene del francés. Hablando en castellano, esta palabra se utiliza fundamentalmente en Latinoamérica; en España, sin embargo, la Real Academia Española solo acepta el término “esquí”. En plural, para hacer referencia a los patines, es válido emplear tanto “esquís” como “esquíes”.

La similitud gráfica con la palabra “sky” hace que muchas personas confundan este término con “ski”, pero si tienes unas nociones básicas de inglés sabrás que no tienen nada que ver: “sky” significa cielo, así que esta palabra la descartaremos directamente para definir este deporte de nieve.

Muy relacionado está el concepto “après-ski”, que habla de todo aquello que pasa y hacemos en nuestro viaje a la nieve cuando cierran las pistas de ski. Es un término francés que es de lo más transparente, ya que significa, textualmente, “después del ski”. Ahí entran visitas culturales, turismo, gastronomía, fiesta… ¡tú eliges! Es difícil entender un viaje a la nieve sin su correspondiente “après-ski”.

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